miércoles, 27 de marzo de 2013

Desayuno en la Pinada

Té con menta
Pan de cereales hecho con mis propias manos
Humus, casero también
hecho por quien más me Ama y comparte mi camino
El sol de primera hora de la mañana, 
asoma tímidamente sobre las copas de los pinos
hasta alcanzar mi cara, 
ojos cerrados mientras saboreo, me recreo
en las sensaciones en mi boca
el calorcito en mi piel
el canto de los pájaros regala mis oídos
y...
que me llevó hasta ahí
esa mañana de primavera
a ese momento perfecto 
que no se puede comprar con dinero

Llegué a la escoleta waldorf antes de lo habitual, 
la cocina bullía en actividad
allí no hacía más que estorbar,
empecé a sentir un malestar
acentuado por esa persona a la que le caigo mal
que nunca está por allí
cuando yo llego, ella se va, 
a su cuartito del sótano, 
su marcha del día empezar
y ese día, parecía que acababa de llegar
que allí un buen rato iba a estar
así que decidí marchar

En cuanto llegué a la pinada
las flores silvestres flanqueando el camino
me invadió una ola de agradecimiento
hacia esa persona en cuestión,
Gracias a la cual me decidí a salir

Terminado el desayuno
volví a la escoleta
a devolver la taza, el cuchillo, la cuchara...
Nada más entrar
la música regala mis oídos
el canto de la profesora, 
los gnomos de tres a seis añitos su coro

La cocina ya vacía
enchufo el portatil
en un rinconcito
escondidito

Hoy voy a leer
"Pon el cielo a trabajar"
un regalo 
llegado de una amiga
meses atrás

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