De
puntillitas sobre la silla, observamos los pétalos de rosa
arremolinándose en el callejón. El miedo empieza a invadirnos
porque no suben. Mamá se enfadará al ver vacío su preciado jarrón.
Un microrrelato original de Irene González Henríquez.
Miro
a mi melliza con el brillo de una idea descabellada; tomo su mano con
fuerza: -”¡Ahora o nunca!”-
Terminamos
de recitar el conjuro que debe devolver todo a su lugar en el
instante en que oímos la puerta. igh@escritora.
Un microrrelato original de Irene González Henríquez.
esoquenoscallamos.blogspot.com.es
Cada miércoles publican una foto nueva, me encanta la propuesta de esta página de Facebook:
Valencia escribe
Esta semana la idea original se pasa de palabras, tiene 90 y el límite son 75, pero precisamente el reto de un microrrelato es pulir y pulir el primer borrador hasta que encaja en el mínimo posible de extensión sin perder la esencia de lo que quieres contar: "economía comunicativa".
PRIMER BORRADOR: 90 palabras
De
puntillas sobre la silla, observábamos los pétalos de rosa
arremolinándose con el aire del callejón. Una sensación de miedo
empezó a abrirse paso al ver que no volvían a subir. Mamá se
enfadaría muchísimo al ver vacío el jarrón de cristal.
Miré
a mi melliza con el brillo de una idea descabellada. La tomé de la
mano con fuerza: -”Ahora o nunca”-
Terminamos
de recitar el conjuro que debía devolverlo todo a su lugar en el
mismo instante en que la llave giraba en la cerradura, a nuestras
espaldas.
UPS! ME SIGUEN SOBRANDO 2:
De puntillas sobre la silla, observamos los pétalos de rosa arremolinándose en el callejón. El miedo empieza a abrirse paso al ver que no suben. Mamá se enfadará al ver vacío su preciado jarrón.
UPS! ME SIGUEN SOBRANDO 2:
De puntillas sobre la silla, observamos los pétalos de rosa arremolinándose en el callejón. El miedo empieza a abrirse paso al ver que no suben. Mamá se enfadará al ver vacío su preciado jarrón.
Miro
a mi melliza con el brillo de una idea descabellada. Tomo su mano con
fuerza: -”¡Ahora o nunca!”-
Terminamos
de recitar el conjuro que debe devolver todo a su lugar en el
instante en que oímos girar la cerradura a nuestras espaldas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario